Resumen
Este escrito plantea la complejidad sistémico-social al momento de hablarse de crisis moral en el derecho. En primer lugar, porque la moral, al ser un sistema normativo basado en el deseo de una sociedad mejor, nunca se sentirá satisfecha de la sociedad en la que se enmarca. En segundo lugar, porque la crisis moral indica que no hay un acoplamiento entre la realidad de lo que se tiene con lo que se quiere, por lo que el acoplamiento deseado supone interrelacionar varias variables sistémicas que hace la labor del desarrollo moral más complejo de lo que se cree. En tercer lugar, porque afirmar la existencia de una crisis moral y, por tanto, la necesidad de acciones tendientes a resolverla, no implica que haya consenso sobre el camino a seguir y el fin al que hay que llegar, para empezar, porque es relativamente común que los agentes acusados de ser los causantes de la actual “crisis moral del derecho” suelen ser agentes que denuncian, como free riders, la misma crisis. Y, en cuarto lugar, porque un cambio sistémico que posibilite un salto en el desarrollo moral debe ser significativamente fuerte, y las medidas que suelen enunciarse para afrontarlo, además de no ser claras, suelen ser insuficientes o ingenuas (tales como pedir crear o fortalecer una asignatura de ética en los planes de estudio de los futuros abogados). Finalmente, se propondrá partir de este diagnóstico sistémico para potencializar las respuestas que puedan darse para enfrentar la crisis, de lo contrario, lo rechazado permanecerá.