Resumen
El levantamiento del velo corporativo comporta dos facetas jurídicas de tremenda relevancia para nuestro ordenamiento jurídico: por un lado, supone una sanción a quienes pretenden realizar operaciones de mala fe, viciadas de legalidad, ilícitas o abusivas por medio de esquemas societarios donde se diluye su responsabilidad personal y patrimonial, y de otro lado, es una forma de protección a acreedores, terceros de buena fe y al mercado en general que realicen actos, negocios o contratos con dichos entes o esquemas societarios. No obstante, en la realidad, la figura tiene una tremenda dispersión normativa en su regulación y poco efecto práctico para alcanzar las dos facetas comentadas anteriormente. De ese modo, la elaboración de una norma o cuerpo legislativo único, que pueda consagrar supuestos, principios, presunciones, condiciones y demás detalles que regulen esta figura, se hace necesaria para efectos
de blindar de seguridad jurídica el tráfico negocial y comercial y para que pueda tener mayores efectos prácticos y eficaces en nuestro ordenamiento jurídico.