Resumen
la democracia y el Estado constitucional de derecho en Occidente se fundamentan en un conjunto de valores, principios y reglas sobre la organización del poder político en el territorio.
Asimismo, imponen limitaciones al ejercicio del poder político en el gobierno representativo y al cumplimiento de sus competencias regladas y discrecionales. La democracia y el Estado
constitucional de derecho deben organizarse mediante un sistema de frenos y de contrapesos, de tal manera que el poder esté separado y dividido, horizontal y verticalmente, para que se instituya un gobierno representativo, conforme una Constitución rígida, en el que los tributos deban ser creados y establecidos bajo un modelo político descentralizado. A partir de esta óptica es imprescindible que en materia tributaria el ejercicio del poder sea descentralizado en lo político y jurídico, a lo largo y ancho del territorio, acercando el poder al ciudadano de la República, orientado a garantizar su intervención en la adopción de las decisiones en el gobierno representativo.