Resumen
Este artículo expone una nueva realidad contractual producto del desarrollo de la tecnología conocida como el contrato inteligente o Smart contract. El autor se pregunta sobre si todavía es o no relevante la teoría tradicional del contrato para explicar tipos contractuales en donde la ejecución y cumplimiento de lo establecido está automatizado, es decir, con poca o nula injerencia humana. Frente a modelos contractuales expresados en códigos binarios, el jurista se ha de preguntar si los algoritmos podrán recoger todo la que quieren los contratantes –el paso de un lenguaje natural a un lenguaje computacional– y si el consentimiento seguirá existiendo como elemento esencial en estos contratos estandarizados, automatizados y cuyo perfeccionamiento y ejecución dependen cada día menos de la intervención humana.