Resumen
Las sociedades, cualquiera que sea su tipo y naturaleza, realizan todo tipo de actividades en desarrollo de su objeto social a través de sus administradores, quienes se encargan de planificar y diseñar, en procura de su expansión y crecimiento, las políticas y directrices que deberán seguir, en busca de ese fin, todas las personas a su cargo. Por la importancia y riesgos que deben asumir estas personas en el desempeño de sus funciones, la ley ha establecido ciertos parámetros de responsabilidad, precisando, en la Ley 222 de 1995, quienes tienen el carácter de administradores y estableciendo la solidaridad entre ellos para que respondan por los daños y perjuicios causados a la sociedad, a los socios y a los terceros.